Se extiende el aprendizaje a distancia
Se extiende el aprendizaje a distancia
La Nación
Cada vez más universidades argentinas utilizan plataformas digitales para complementar la educación convencional. Los jóvenes de lugares remotos ya no tienen que abandonar sus casas para estudiar: pueden cursar la carrera de manera virtual o hacer (en el caso de la Universidad de Buenos Aires, UBA) el curso de ingreso a distancia. Según una encuesta realizada entre septiembre de 2010 y enero de 2011, por E-ABC, empresa especializada en la materia, el 84% de las instituciones educativas argentinas instrumentan proyectos de e- learning o aprendizaje electrónico.
En el caso de las universidades privadas, se dictan carreras cortas de dos o tres años, como periodismo, administración, tasador público, marketing, relaciones públicas, hotelería, turismo y posgrados. En la UBA, en cambio, se utiliza la plataforma para hacer el curso de ingreso y se está ampliando de a poco a ciertas materias de carreras como psicología y economía. Mientras que algunas instituciones combinan la modalidad a distancia y la presencial, otras dictan carreras universitarias, posgrados y cursos sólo en forma virtual.
La encuesta se hizo en 114 universidades de toda América latina. La Argentina se encuentra unos puntos por debajo de la media latinoamericana que es de 88,59%. Sin embargo, según el director de E-ABC, Carlos Biscay, en dos años va a superar al resto de los países. Algunas de las instituciones argentinas consultadas fueron la Universidad Católica de Santa Fe, la de Belgrano, Buenos Aires, Caece y Morón.
Los pioneros Si bien el modelo de educación a distancia se utiliza desde los 80, el uso de la plataforma digital fue decisivo. Clara I. Bonfill, de la Universidad de Belgrano, contó que allí hacen uso de la modalidad a distancia desde 1989, cuando el seguimiento de los alumnos se hacía por correo postal. Desde 2002, cuando sumaron el e- learning , la cantidad de alumnos aumentó de 100 a 1200-1500 por año. «Se ampliaron la oferta y la demanda; hoy tenemos tecnicaturas, carreras universitarias, carreras de pregrado que se dictan a distancia, como administración, hotelería, turismo, periodismo y otras disciplinas», enumeró.
En la UBA, el programa UBA XXI, de educación a distancia, tiene casi 40.000 alumnos por año. «Los chicos pueden hacer el curso de manera virtual y tener tutorías por Internet a través de foros. Además, tienen la posibilidad de tener tutorías presenciales, pero lo único que es obligatoriamente presencial son los exámenes», dijo Claudia Lombardo, rectora de UBA XXI. También se utilizan las plataformas e-learning en las distintas facultades de la UBA.
Carina Lion, del Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía de la UBA (Citep), señaló: «Todas las facultades de la UBA tienen campus virtuales. Muchas usan las plataformas como apoyo del modelo presencial. En algunas, como Ciencias Económicas, hay materias que se pueden cursar a distancia y se están empezando a desarrollar posgrados virtuales. Algo similar ocurre en la Facultad de Psicología y en la de Derecho».
De las instituciones consultadas en la encuesta que ejecutan estos programas, el 27,02% prefiere instancias de enseñanza totalmente online , mientras que el 72,96% opta por el b- learning ( e-learning combinado con instancias presenciales). «Hay grados diferentes de virtualidad», dijo Biscay, que explicó que hay planes «híbridos» que combinan el curso a distancia con la presencialidad.
Flexibilidad
Uno de los motivos que impulsaron el desarrollo del e-learning en las universidades, según la encuesta, fue su flexibilidad.
«El alumno se puede conectar cuando mejor le resulta, en cualquier momento del día, en la casa o en un locutorio. Tiene gran libertad», dice la encuesta. En tanto, Bonfil afirmó: «El aporte fundamental del e-learning es la inclusión».
No obstante, el método encuentra un serio escollo en el nivel de deserción. «Es uno de los puntos en que más trabajamos. Hay muchos anotados, pero el nivel de abandono es del 50%», contó Bonfill.
La Nación
Cada vez más universidades argentinas utilizan plataformas digitales para complementar la educación convencional. Los jóvenes de lugares remotos ya no tienen que abandonar sus casas para estudiar: pueden cursar la carrera de manera virtual o hacer (en el caso de la Universidad de Buenos Aires, UBA) el curso de ingreso a distancia. Según una encuesta realizada entre septiembre de 2010 y enero de 2011, por E-ABC, empresa especializada en la materia, el 84% de las instituciones educativas argentinas instrumentan proyectos de e- learning o aprendizaje electrónico.
En el caso de las universidades privadas, se dictan carreras cortas de dos o tres años, como periodismo, administración, tasador público, marketing, relaciones públicas, hotelería, turismo y posgrados. En la UBA, en cambio, se utiliza la plataforma para hacer el curso de ingreso y se está ampliando de a poco a ciertas materias de carreras como psicología y economía. Mientras que algunas instituciones combinan la modalidad a distancia y la presencial, otras dictan carreras universitarias, posgrados y cursos sólo en forma virtual.
La encuesta se hizo en 114 universidades de toda América latina. La Argentina se encuentra unos puntos por debajo de la media latinoamericana que es de 88,59%. Sin embargo, según el director de E-ABC, Carlos Biscay, en dos años va a superar al resto de los países. Algunas de las instituciones argentinas consultadas fueron la Universidad Católica de Santa Fe, la de Belgrano, Buenos Aires, Caece y Morón.
Los pioneros Si bien el modelo de educación a distancia se utiliza desde los 80, el uso de la plataforma digital fue decisivo. Clara I. Bonfill, de la Universidad de Belgrano, contó que allí hacen uso de la modalidad a distancia desde 1989, cuando el seguimiento de los alumnos se hacía por correo postal. Desde 2002, cuando sumaron el e- learning , la cantidad de alumnos aumentó de 100 a 1200-1500 por año. «Se ampliaron la oferta y la demanda; hoy tenemos tecnicaturas, carreras universitarias, carreras de pregrado que se dictan a distancia, como administración, hotelería, turismo, periodismo y otras disciplinas», enumeró.
En la UBA, el programa UBA XXI, de educación a distancia, tiene casi 40.000 alumnos por año. «Los chicos pueden hacer el curso de manera virtual y tener tutorías por Internet a través de foros. Además, tienen la posibilidad de tener tutorías presenciales, pero lo único que es obligatoriamente presencial son los exámenes», dijo Claudia Lombardo, rectora de UBA XXI. También se utilizan las plataformas e-learning en las distintas facultades de la UBA.
Carina Lion, del Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía de la UBA (Citep), señaló: «Todas las facultades de la UBA tienen campus virtuales. Muchas usan las plataformas como apoyo del modelo presencial. En algunas, como Ciencias Económicas, hay materias que se pueden cursar a distancia y se están empezando a desarrollar posgrados virtuales. Algo similar ocurre en la Facultad de Psicología y en la de Derecho».
De las instituciones consultadas en la encuesta que ejecutan estos programas, el 27,02% prefiere instancias de enseñanza totalmente online , mientras que el 72,96% opta por el b- learning ( e-learning combinado con instancias presenciales). «Hay grados diferentes de virtualidad», dijo Biscay, que explicó que hay planes «híbridos» que combinan el curso a distancia con la presencialidad.
Flexibilidad
Uno de los motivos que impulsaron el desarrollo del e-learning en las universidades, según la encuesta, fue su flexibilidad.
«El alumno se puede conectar cuando mejor le resulta, en cualquier momento del día, en la casa o en un locutorio. Tiene gran libertad», dice la encuesta. En tanto, Bonfil afirmó: «El aporte fundamental del e-learning es la inclusión».
No obstante, el método encuentra un serio escollo en el nivel de deserción. «Es uno de los puntos en que más trabajamos. Hay muchos anotados, pero el nivel de abandono es del 50%», contó Bonfill.
Comentarios
Publicar un comentario